No es fácil marcharse de las islas de los kuna, en Panamá. En fin... A la vista está el por qué. Un agua transparente y un conjunto bien montado de palmeras siempre tienen su atractivo.
Si a este lugar paradisíaco, digno del Robinson más robinsoniano, le añadimos el hallazgo afortunado de una isla del tesoro en la que tienen unas cuantas latas de cerveza fresca...
... un vivero de langostas a una distancia asequible...
...y una mesa privilegiada en primera línea de mar, pues, como
diría el filósofo Schuster, "no hace falta decir nada más". Y a
disfrutar de la vida, que son cuatro días mal contados...
Hola, estuve hace muchos años y veo que los kunas saben mantener lo suyo, es un paraíso, la verdad.
ResponderEliminarNuestra choza tenía un corredor para acceder a las habitaciones y debajo,justo al lado y a la orilla del mar, una especie de piscina con langostas, increíble,existe todavía?; todas las noches cenábamos langosta con patatas o yuca.
En fin, qué recuerdos y qué envidia!
Saludos desde tierras vascas.