jueves, 11 de octubre de 2012

La "insoportable" belleza de las islas Marquesas


Fatu Hiva, la más lejana de las islas Marquesas, tiene una belleza insuperable que se aprecia sobre todo en la bahía Des Verges (de las Vergas), a la que un misionero pacato le añadió una letra para dejarlo en Des Vierges (de las Vírgenes). Aunque, como puede verse en la foto, lo que sugieren las rocas inhiestas son claramente vergas.

En Fatu Hiva la naturaleza tropical, muy generosa en sus frutos, desborda, aunque puede llegar a agobiar. Que se lo digan si no al aventurero noruego Thor Heyerdhal (1914-2002), que residió año y medio en la isla, entre 1937 y 1938, con la intención de “regresar a la naturaleza”. En la isla, sin embargo, no guardan buen recuerdo de él. De su experiencia sacó un libro, titulado Fatu Hiva. Back to Nature, en el que mostraba sus credenciales para ser el primer hippy de la historia.
Los mosquitos y las enfermedades tropicales acabaron con el idilio de Heyerdhal con la isla, mientras los nativos recelaban de él porque se dedicaba a hurgar en las tumbas de sus antepasados para probar que venían de la isla de Pascua. Tanto se tensaron las relaciones que al final el noruego tuvo que marcharse de la aldea para ir a vivir a una cueva en la montaña, mientras suspiraba por el día en que volvería a la civilización que tanto había denostado. Conclusión: a veces hasta el paraíso puede llegar a cansar.

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