miércoles, 8 de enero de 2014

La bellísima Creta de El Greco



Recuerdo que, en un viaje por Creta en el año 2006, fui a parar, sin proponérmelo, al pueblo de Fodele, que se enorgullece de ser la cuna de El Greco. Bueno, hay quien dice que en realidad nació en Candía (la actual Heraclión), pero es mejor no decírselo a los habitantes de Fodele, orgullosos del pequeño museo dedicado al artista. En cualquier caso, el pintor se marchó de Creta a los 26 años, vivió diez años en Italia (en Venecia y en Roma) y en 1577, a los 36 años, se estableció en Toledo, donde residió el resto de su vida. La belleza de Creta, sin embargo, le marcó para siempre.
Dado que El Greco falleció en Toledo hace cuatrocientos años, en 1614, estoy seguro que en este 2014 tendremos buenas dosis de este artista del Renacimiento. Es lo que tienen los aniversarios redondos, que sirven para llenar muchas páginas de periódicos y muchas horas de televisión. El arte de El Greco se asocia con Toledo, pero resulta interesante sumergirse en la Creta que vio crecer al pintor. Allí, a partir de los iconos representativos de la iglesia ortodoxa, y de la cegadora luz mediterránea, uno se hace a la idea de donde surgieron las figuras y los colores de El Greco. 
Más que el museo, con reproducciones de cuadros del artista, me gustó en Fodele la iglesia de Todos los Santos que hay enfrente. Es del siglo X y está enmarcada en un valle de fertilidad garantizada. El pequeño río, los olivos, los naranjos, los algarrobos… le dan a Fodele un inequívoco sabor mediterráneo, en una isla bellísima, la de Creta, en la que mar y montaña están siempre presentes.

1 comentario:

  1. Una isla maravillosa, para echarla de menos por mucho tiempo.
    Supongo que las montañas del fondo son las Léfka Óri...

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