En Islandia, la nieve y el hielo están muy presentes en invierno. En
Jökullsárlón, la laguna del glaciar Vatnajökull, son un espectáculo
permanente. El hielo de la laguna es empujado hacia el mar y, una vez
allí, las olas lo depositan en la playa de arena negra. El escenario es
grandioso, como si se tratara de un fabuloso parque de esculturas al
aire libre.
Los campos de lava, las cascadas, los elfos y las largas extensiones de ceniza procedentes de las erupciones de los volcanes hacen que un viaje por la costa Este sea siempre encantador. Otro motivo para regresar a Islandia, en invierno, en primavera, en verano y en otoño. Siempre merece la pena.
Los campos de lava, las cascadas, los elfos y las largas extensiones de ceniza procedentes de las erupciones de los volcanes hacen que un viaje por la costa Este sea siempre encantador. Otro motivo para regresar a Islandia, en invierno, en primavera, en verano y en otoño. Siempre merece la pena.