En Manila la
mayoría de apellidos son españoles, pero muy poca gente habla castellano.
Cierto que Magallanes tomó posesión de las islas, en 1521, en nombre de España,
y las llamó Filipinas en homenaje a Felipe II, pero ha llovido mucho desde
entonces. Las islas fueron españolas hasta que en 1898 pasaron a Estados
Unidos, que organizaron la enseñanza en inglés. Los gringos se quedaron hasta
1946, y ahí siguen los filipinos, hablando inglés y tagalo, además de 111
dialectos.
Como lo que se
lleva en Manila son los atascos, los vendedores ambulantes hacen su agosto en
la calle. Venden de todo, incluso banderas de Filipinas para fomentar el ardor
patriótico. Muchos te hablan en tagalo, una lengua musical que incorpora palabras
en castellano, como los números, pasajero, aeroplano, mamón (un pan dulce),
ensaimada (un bollo pequeño), paella, asado, etc.
En los nombres
de los barrios, como Ermita o Intramuros, se sigue notando la huella española,
pero el inglés gana a la hora de comunicarse. Los filipinos suelen resumirlo
así: “Vivimos 377 años en un convento, y 48 en Hollywood antes de llegar a se
nosotros mismos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario