De la isla de Gozo me gusta especialmente la transparencia del agua. Es de ésas que te invitan a bañarte, o a estar contemplándola durante horas. Gozo invita a la indolencia, sí, tanto por la tranquilidad de la isla como por la limpieza de sus aguas.
En fin, que Gozo es una isla que te permite dejar pasar las horas sin estressarte. Todo un descubrimiento en el Mediterráneo de hoy en día. Aquí nadie habla de esa crisis que nos tiene atenazados, paralizados. Si hablan de algo es de ese sol que no afloja nunca y de historia, de las torres de vigilancia de la costa que levantaron los caballeros de Malta, convirtiendo la isla en una fortaleza, o de templos megalíticos como el de Gigantja, construido hace más de seis mil años.
Gozo es una isla pequeña, pero con muchas iglesias por metro cuadrado y con muchos paisajes de esos que embelesan, como el de la Azure Window.
Junto a esta Foradada, se levanta una roca impresionante, la Fungus Rock. En lo alto crecen unos hongos que los caballeros de Malta comían para dotarse de poderes sobrenaturales. Hoy está prohibido escalarla, pero siempre hay algún loco que lo intenta... supongo que para adquirir superpoderes que le permitan encontrar el modo de salir de la maldita crisis.
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