Incluso los que
no han estado nunca en Tokio saben que Shibuya Crossing, el famoso paso de
cebra del barrio de Shibuya, se convierte en las horas punta en un autentico hormiguero
humano. Y es que en Shibuya confluyen varias líneas de metro que vomitan a
empleados, funcionarios, compradores compulsivos y jóvenes en busca de marcha.
A Shibuya va todo el mundo en Tokio, como se puede comprobar cuando se
contempla durante unos minutos el famoso paso de cebra en diagonal que aparecía
en Lost in Translation.
En algunos
momentos del día, principalmente al caer la tarde, Shibuya es una auténtica
locura, ya que los distintos pasos de cebra son invadidos por la multitud que
llena la plaza dedicada a Hachiko, el perro fiel que fue a esperar a su dueño
durante años a la estación, incluso después de que éste muriera, y que hoy
sigue esperándolo convertido en una estatua que adoran los tokiotas. En un
rincón de la plaza, a pocos pasos de Hachiko, se refugian por cierto los
fumadores en el único lugar que se permite fumar en todo el barrio, una especie
de jaula repleta que apesta a humo.
Al otro lado del
cruce centellean los neones y las pantallas gigantes que inundan el barrio de Shibuya
de luz, música, marcha y ruido, los locales de karaoke, los bares, los
restaurantes, los cafés, las discotecas, las tiendas de moda, las de supermoda
y los grandes almacenes en los que se puede encontrar prácticamente de todo. Esta
gran concentración de comercios y locales de entretenimiento explica porque de noche Shibuya entra en ebullición,
empezando, claro está, por el célebre Shibuya Crossing.
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