Stavanger es una ciudad de la costa noruega en la que viven unos 120.000 habitantes. Muchos viven del petróleo, el oro negro que hace que Noruega sea uno de los países más ricos del mundo. El nivel de vida es alto, como puede verse en los animados restaurantes y bares de la zona del puerto. A primera hora de la mañana, sin embargo, la ciudad recupera el aspecto apacible de una vieja ciudad marinera que vivía hace años de las conservas de sardina.
El tiempo pasa y lo que ahora manda en Stavanger es el petróleo, como prueba el moderno Museo del Petróleo que hay en la ciudad. El antiguo Museo de Conservas sirve tan solo para recordar un pasado que no volverá. Las calles del barrio antiguo que lo acoge, sin embargo, ilustran la calma de los viejos días.
Pasar unos días en Stavanger resulta agradable, en especial si es para hacer excursiones a los espectaculares fiordos, como el de Lyse, donde se encuentra la roca del Púlpito, o a las tranquilas y bellas islas del archipiélago que hay justo enfrente. Si además luce el sol, Noruega se convierte en un lugar maravilloso.
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