Una de las
playas más bellas de Creta es la que aparece en la película Zorba el Griego (1964), de Michel
Cacoyannis. Se encuentra cerca de La
Canea, una hermosa ciudad de rastro veneciano, y se llama
oficialmente playa de Stavros, pero desde que en los años sesenta se filmara
allí la película, todos la conocen como la playa de Zorba. El agua es
cristalina, la arena dorada y el círculo que dibuja casi perfecto. Al fondo
pueden verse las montañas en las que Zorba buscaba hacerse rico por medio de
una mina.
Zorba es un
personaje único: aventurero, vitalista, excesivo, hedonista, vibrante. El
novelista cretense Nikos Kazanzakis (1883-1957) lo creó partiendo de un
personaje real, Giorgos Zorbas, al que conoció durante una peregrinación al Monte
Athos. “Zorbas me enseñó a amar la vida y a no temer a la muerte”, escribió. Y
cuando le preguntaron qué personajes le habían influido, citó a Homero,
Bergson, Nietzsche… y Zorbas. El personaje, interpretado por Anthony Quinn, es
tan encantador que en la playa hay hoy un restaurante que le recuerda.
Fue en esta
playa donde Anthony Quinn bailó su famoso sirtaki. Unos días antes del rodaje
se había lesionado en el tobillo y no podía ser fiel al baile tradicional. Lo
que hizo fue improvisar un baile tranquilo, mediterráneo, que con el tiempo ha
quedado como si fuera el más auténtico de los sirtakis. Son, en fin, las cosas
del cine…
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