jueves, 26 de marzo de 2015

Tras los pasos de Shackleton en Elephant's Island



Cuando el Fram se acerca, entre los icebergs y la costa helada, a Elephant’s Island crece la expectación entre los pasajeros que se aglomeran en cubierta a pesar del frío. No en vano esta isla acogió a los hombres de Shackleton en una de las expediciones más famosas de la Antártida. En enero de 1915, su barco, el Endurance, había quedado atrapado por el hielo en el mar de Weddell, y a partir de aquí los 28 expedicionarios protagonizaron una épica aventura que se prolongó durante casi dos años. Cuando el barco se hundió, por culpa de la presión del hielo, prosiguieron a pie y en barca, mal equipados y desafiando el hielo y el frío extremo, hasta llegar a Elephant’s Island, justo donde estamos ahora.
 Emociona pensar que fue justo en esta isla inhóspita donde los expedicionarios volvieron a pisar tierra firme después de 497 días de peregrinación.  La isla, montañosa y cubierta de hielo, no es un lugar agradable, pero en un pequeño saliente rocoso montaron los hombres del Shackleton un campamento, con las barcas invertidas a modo de cabaña, en el que resistieron cuatro meses, comiendo carne de foca y de pingüino. 
Shackleton, junto con otros cinco hombres, se embarcó en un pequeño bote, el 24 de abril de 1916, para ir a buscar ayuda a más de 500 kilómetros de allí, a las islas Georgias del Sur. Consiguió llegar, a pesar del mar hostil, y regresó con dos barcos que rescataron con vida a todos los expedicionarios. Aquel día se terminó de escribir una de las aventuras más emocionantes del continente blanco. Por esto me emociona hasta el límite estar aquí, me emociona estar en Elephant’s Island.

2 comentarios:

  1. Sin duda una de las historias más sobresalientes de superación y resistencia jamás contada.
    Afortunado tú por haber estado allí ;)

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  2. Me siento afortunado, sí. Viajar a la Antártida es absolutamente diferente a cualquier otro viaje, y aún más si te cruzas con el rastro épico de Shackleton. Es viajar al límite del mundo, al límite de la emoción.

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