lunes, 17 de junio de 2013

Las bellas señoritas de Jönköping



Si algún día vuelvo a Småland, una región sueca llena de encantos naturales, procuraré coincidir de nuevo con el baile de los graduados que se celebra a finales de primavera. Las señoritas del lugar lucen ese día vestidos largos de colores vivos, peinados de fantasía y sonrisas panorámicas, mientras ellos se ponen unos trajes que se adivinan alquilados o prestados. En cualquier caso, gracias a este despliegue, la ciudad de Jönköping, donde aterricé hace unos días, se llena de unos colores y de una alegría contagiosa.
Había estado varias veces en Suecia, pero nunca en Småland, una región que merece la pena visitar. Bellos paisajes, lagos, bosques, pueblos con encanto, iglesias de madera, amables carreteras secundarias…y encuentros inesperados como el de la fábrica Husqvarna, con más de trescientos años de historia y una larga tradición en motos, máquinas de coser, cortadoras de césped y sierras mecánicas estilo “matanza de Texas”. Puede parecer duro, pero tiene su gracia.
Cuando vuelva a Jönköping, procuraré pasar más horas junto a su espléndido lago y visitar la fábrica de cerillas. Y es que si la visita a Husqvarna dio juego, ¿cómo no va a darlo el único museo de fósforos del mundo? Por cierto, en la línea de la novela negra sueca, indica la guía Lonely Planet que el fósforo se usaba, entre otras cosas, “para acelerar herencias y provocar abortos”. Quién iba a decirlo de las inocentes cerillas…

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