Es inevitable: cuando has estado varias veces en un país, lo llevas en el corazón y sigues en la prensa todas las noticias relacionadas con él. Es lo que me pasa con Islandia, una isla remota en la que tengo amigos y a la que le he dedicado ya dos libros: La isla secreta e Islandia, revolución bajo el volcán.
A la vuelta de Nueva Zelanda veo que están pasando cosas en Islandia, un país en el que la gente ha sabido reaccionar ante la impunidad de banqueros y políticos en lo que respecta a la crisis económica. En todo el mundo han actuado como si la crisis fuera cosa del destino y ellos no tuvieran ninguna culpa. Y no, no es eso. En Islandia los ciudadanos se lo han dicho a la cara y han conseguido llevar a algunos a juicio. Es por ello que hoy publico en El Periódico el siguiente artículo, titulado "El ejemplo que nos llega de Islandia":
"Cuando en otoño
de 2008 la crisis hundió a Islandia en la bancarrota, el país pareció quedar
sumido en una ruina financiera y moral. No tardaron en aflorar, sin embargo, los primeros síntomas para la esperanza. Los
banqueros eran unos corruptos y los políticos habían sido sus aliados, pero la
buena noticia era que el pueblo no pensaba quedarse cruzado de brazos. De una manera
espontánea, cientos de islandeses empezaron a manifestarse los sábados en la
plaza del Parlamento de Reykiavik para exigir responsabilidades.
Parecía, en principio, que aquello
era sólo un acto testimonial, pero Islandia es un país pequeño, de sólo 320.000
habitantes, en el que toda voz que se alza se deja oír. Tras catorce semanas de
manifestaciones, los manifestantes consiguieron que dimitiera el Gobierno y que
se convocaran nuevas elecciones.
Islandia ha sido desde el principio
de la crisis un ejemplo a seguir para el resto del mundo, un pequeño
laboratorio a escala. No sólo porque su revolución silenciada consiguió forzar un
cambio de Gobierno, sino también porque ciudadanos de base han redactado la nueva
Constitución, algunos banqueros ya están en la cárcel y han sentado a políticos
destacados en el banquillo de los acusados.
Los islandeses no se han resignado al
borrón y cuenta nueva, y esta misma semana se ha iniciado en Reykiavik el
juicio a Geir Haarde, el que era primer ministro cuando estalló la crisis.
Veremos cómo acabará, pero de momento ahí tenemos una nueva lección que nos
llega de la remota Islandia.
Mientras todo esto sucede, Islandia
ya divisa la salida de la crisis. La previsión de crecimiento para el 2012 se
sitúa alrededor del 2,5%, el paro está en el 7% y la inflación se ha estancado.
Otro ejemplo a seguir, mientras que en España todavía no hay manera de ver la
salida del largo túnel de una crisis que amenaza con eternizarse".
Tengo mucho interés en comprar "La Isla Secreta", pero me comentan en FNAC que está descatalogado. Me podrías indicar si puedo encontrarlo en algún sitio?
ResponderEliminarPor fortuna encontré sin problemas "Islandia, revolución bajo el volcán".
Gracias!
Ana Aragon
anaarago@gmail.com
Hola Xavier,
ResponderEliminarVoy a realizar un viaje a Islandia y me gustaría comprar tu libro:la isla secreta. No lo encuentro en nibgún sitio, aunque sea de segunda mano.
¿dónde lo puedo encontrar?
Gracias
gaizkaarima@gmail.com